Pensar en el final de la vida nunca es fácil, pero es uno de los pasos más importantes que puede tomar para asegurar que se respeten sus deseos. La planificación para el final de la vida implica más que simplemente decidir quién administrará su patrimonio. Incluye tomar decisiones reflexivas sobre su atención médica en situaciones en las que tal vez no pueda comunicarse por sí mismo. Una de las herramientas clave en este proceso es una directiva anticipada.
¿Qué es la planificación para el final de la vida?
La planificación para el final de la vida implica prepararse para los aspectos médicos, legales y emocionales del cuidado al final de la vida. Ayuda a asegurar que sus valores y preferencias se conozcan y respeten si usted se enferma gravemente o queda incapacitado. Este tipo de planificación puede aliviar la carga sobre sus seres queridos, prevenir la confusión durante emergencias y brindar tranquilidad a todos los involucrados.
La importancia de las directivas anticipadas
Una directiva anticipada es un documento legal que describe sus preferencias para el tratamiento médico en caso de que no pueda comunicarlas. Incluye instrucciones para los médicos y cuidadores, y también puede nombrar a alguien de confianza para tomar decisiones médicas en su nombre.
Hay dos partes comunes en una directiva anticipada:
- Testamento vital: Este documento explica los tipos de tratamientos médicos que desea o no desea, como reanimación, ventilación mecánica o alimentación por sonda, especialmente en situaciones donde la recuperación es poco probable.
- Poder notarial duradero para atención médica: Esto designa a una persona de confianza como su agente de atención médica para tomar decisiones si usted no puede hacerlo. Esta persona debe entender sus valores y estar dispuesta a cumplir con sus deseos.
Por qué importan las directivas anticipadas
Sin una directiva anticipada, los proveedores médicos y los familiares pueden enfrentar incertidumbre o desacuerdos sobre su atención. Tomar decisiones en una crisis sin orientación puede ser estresante y emocionalmente difícil. Documentar claramente sus preferencias elimina esta incertidumbre y ayuda a asegurar que la atención esté alineada con sus valores y creencias.
Cómo comenzar
Crear una directiva anticipada implica varios pasos simples:
- Reflexione sobre sus valores: piense en lo que es más importante para usted. Considere los tipos de atención que desearía en situaciones médicas graves o terminales.
- Hable con sus seres queridos: discuta sus deseos con familiares o amigos cercanos. Hágales saber cómo se siente respecto a ciertos tratamientos y quién quisiera que hablara en su nombre.
- Elija un agente de atención médica: seleccione a alguien en quien confíe y hable con él sobre sus decisiones. Asegúrese de que esté cómodo con la responsabilidad.
- Complete los formularios necesarios: cada estado tiene sus propios formularios y requisitos. Estos están disponibles generalmente a través de proveedores de salud, asesores legales o recursos en línea del departamento de salud de su estado.
- Revise y actualice regularmente: sus preferencias pueden cambiar con el tiempo. Revise su directiva anticipada con regularidad y actualícela según sea necesario.
Cómo tener la conversación
Comenzar la conversación sobre la planificación para el final de la vida puede parecer incómodo, pero es una de las acciones más amorosas que puede tomar por su familia. Compartir sus pensamientos abiertamente puede ayudar a todos a sentirse más preparados y seguros al momento de honrar sus deseos si llega el momento.
La planificación para el final de la vida le da control sobre sus decisiones de salud y alivia la carga emocional sobre sus seres queridos. Si tiene preguntas o inquietudes sobre sus decisiones médicas o necesita ayuda para preparar una directiva anticipada, consulte con su médico de atención primaria o con un abogado especializado en planificación patrimonial para obtener orientación y apoyo.